Versátil,
comprometido musical y socialmente, propositivo y meditado, el
proyecto Xipe Vitan Jäi', antes Xipe Totec Kalpul, es un referente
obligado en los últimos siete años de metal mexicano. Su música,
disidencia violenta y melancólica, no deja de causar controversia e
influencia en lo que unos denominan como metal “prehispánico” o
folk, así como en el black metal nacional.
En
una charla más que amena, después de una tarde de ensayo allá en
la soledad del jardín de la biblioteca José Vasconcelos, Dante
García, Nestor Santiago, César Ramírez y Thubini Mästöhö, todos
multinstrumentistas, compartieron con el equipo de Óbito sus
impresiones sobre el black metal así como los objetivos y evolución
del proyecto Xipe Vitan Jäi'. Aquí lo mejor de una larga
entrevista.
¿Porqué el black, cuál fue la motivación para escoger el género?
¿Porqué el black, cuál fue la motivación para escoger el género?
Dante: Si nos referimos
al contexto del black metal en Noruega, forzosamente entramos al
debate de los nacionalismos y
este contrapunto de la dominación ideológica del cristianismo sobre
los noruegos. Sin embargo, nosotros, más allá de ser parte de un
nacionalismo en nuestra música, aunque tenemos una postura y una
posición ideológica fuerte, nosotros decidimos tomar el black
porque notamos que en este género está la cuestión de las
ambientaciones, de riffs fuertes, baterías rápidas, el
ambiente oscuro, pesado, místico, melancólico que genera el black
metal.
Nestor: Más que nada
son las atmósferas que se crean a partir de los acordes que se
utilizan en el black metal. Sabemos que existen infinidad de géneros
en el metal. A mí, en lo personal, lo que más me agrada del metal
es la atmósfera que crea el black. He escuchado death, heavy, power
y son excelentes géneros, muy técnicos pero no me llenan. En cuanto
a la cuestión ideológica del black metal yo retomaría, más allá
de estar en contra del catolicismo y la iglesia –cosa que me tiene
sin cuidado aunque sé que la iglesia ha hecho mucho daño en gran
parte del mundo–, yo retomaría el concepto que se tiene de lo
pagano: lo que viene de fuera, del pagus,
lo que viene del bosque. Nosotros buscamos reflejar esa atmósfera,
oscura si se puede decir, con un lenguaje propio; nosotros tratamos
de afirmar nuestra atmósfera con idiomas que se vienen manejando
actualmente en México.
Thubini: Creo que el black metal es una consecuencia social. Como casi toda la música tiene un origen, factores políticos, económicos, sociales, culturales e ideológicos en los cuales los instrumentos de poder se han ido implementando, se han impuesto de igual manera que las religiones imperiales. El black metal, en su origen, surgió como una respuesta a ésta saturación de la imposición de unas normas sociales. Es decir: “tú tienes que creer en dios, te tienes que bautizar y tienes que trabajar y ser un hombre de bien”. Eso socialmente pesa mucho, hoy en día se sigue dando, tú naces y ya te tienen trazada tu vida y casi no hay posibilidad de dilatar el camino que es directo. A muy groso modo, creo que es como el origen de muchas vertientes de protesta contra las imposiciones de los grupos de poder a lo largo de la historia del ser humano. El black metal así surge, como una respuesta social, sin embargo, no se entendió eso y no se ha entendido y parece que no se seguirá entendiendo porque, desgraciadamente, uno de los productos de estas muestras de fastidio social es la “radicalización negativa”, como yo le llamo. El radicalismo no es otra cosas que llegar a la raíz, lo cual puede derivar en fanatismo, en enajenación, imitación. El black metal surge con este ímpetu en Noruega que es una sociedad bien alineada a las normas sociales; así, a finales de los ochentas surge como un movimiento musical que se jacta de tener una base histórica, ideológica con la que buscaron argumentar su escape de esa realidad que vivían los jóvenes escandinavos de esa época. En los Años noventas llega el boom del black metal. Se crean muchas tendencias radicales como respuesta pero se pierde esa esencia de protesta y se va por el camino del fanatismo y la enajenación que se vive en este mundo. Se puede decir que el black metal se estancó, se quedó en la enajenación, se quedó en que “yo me visto de negro y hago cánticos a Satán”. El supuesto satanismo del black no llega al aspecto religioso, sino llega a una parodia, a una burla...
Nestor:
A una folklorización del satanismo... .
Thubini:
Exactamente, una folklorización del satanismo porque el satanismo
blackmetalero simplemente es un disfraz social, una manera de
diversificación ante el otro con el que no me identifico, como igual
que el reguetonero, etc.
¿Acaso
una postura ante la vida?
Thubini:
Sí, una postura ante la realidad en la que vives y una manera simple
de decir: “no estoy de acuerdo con esto y estoy buscando. No sé
para dónde estoy yendo pero estoy buscando”. Entonces, todos,
cuando fuimos chavos, empezamos a buscarle por doquier tomando de
aquí y allá: de repente somos –hipotético– eskatos, punks,
metaleros y de repente ya no somos nada de eso, ése es el proceso
que todo chavo tiene que pasar: una búsqueda de identidad constante
y que inclusive, cuando ya tienes cierta edad, cierta estabilidad
ideológica, siempre sigue cambiando porque la identidad es un ente
vivo, dinámico como nuestra vida, por eso sigue cambiando. En es
caso el metal como el tiempo, como la vida, como la biología, como
el cosmos y los ciclos naturales, tiene que cambiar; por ello mi
crítica es que el black metal se estancó en el medioevo, en el
oscurantismo..., un pseudo oscurantismo en que la gente se pinta la
cara de blanco, con sus cruces invertidas y fuego y vídeos y toda la
parafernalia del mercado. Parafernalia que, a todos los que nos gusta
el black, nos envolvió en su momento. De hecho yo, hace muchos años,
andaba muy clavado en esa onda, pero te das cuenta que es una
patología. Una patología porque... bueno, a ver: yo quisiera ver
que si tú estás cantando e invocando al diablo, yo quisiera ver si
vas a estar contento que un día en verdad el Diablo se te pare
enfrente.
Nestor y Thubini |
¿En este proceso de siete años el black metal sigue siendo una estructura musical que les permite la experimentación y cómo ha cambiado su concepto del mismo?
Nestor:
Es complejo, en el proceso de las bandas siempre están en pugna las
ideas. Ahorita tenemos canciones basadas en el black y la verdad es
que sí, sigue siendo una herramienta viable de composición. En lo
personal es inspirador escuchar bandas nuevas y buenas. Esto se
contrapone con que no queremos anclarnos en ese sonido, al mismo
tiempo que queremos utilizar las atmósferas del black también
queremos utilizar los ritmos de otros géneros como la samba, podemos
ocupar el mismo fraseo de los poemas en lenguas nativas, etc. Aquí,
en Xipe, el black es una parte en la composición, ningún género es
regente en nosotros.
Dante:
Hemos estado en un proceso de transformación fuerte, en efecto, la
mayoría de los integrantes en un principio del grupo, el black era
EL GÉNERO. Pero nos dimos cuenta de que había más y que la riqueza
musical de este país e influencias de fuera nos podía dar para
crear un género propio y hacer un concepto de banda que no se había
visto en este país. Nosotros viramos hacía otros ritmos sin
olvidarnos del black y sentimos que nos ha enriquecido.
¿Cómo
viven ustedes esta paradoja de nutrirse de un género de
connotaciones negativas para hacer música que tiene mucho de vida?
César:
Yo considero esta paradoja como una manera de resistir. El hecho de
que aprendamos otras lenguas y las empleemos, así como otros géneros
de este país –porque escuchamos son jarocho, huasteco, etc. La
muerte es una fiesta en este país, eso ya es una paradoja, lo mismo
se ve en la música de este país. Cuando traspolamos la melancolía
del black metal con música que nosotros hacemos, adquiere mucha
melancolía a manera de resistencia. La paradoja la llevamos hasta en
nuestro entorno, en nuestros trabajos, es una lucha constante en la
que vas aprendiendo.
Thubini:
En mí caso la paradoja existió desde hace muchos años. Desde muy
niño escuché metal, estoy muy familiarizado con el género. Mas la
paradoja surgió cuando, siendo adolescente, me pregunté: “¿Qué
diablos voy a hacer de mi vida?”, entonces entré en el proceso de
formación de la identidad y ja ja ja... hay me tienes diciendo: “Soy
metalero” y hasta me consideraba vikingo, ¿no? Y me maquillaba...,
me ponía polvo porque quería ser blanco... digo, eso fue hace
muchos años... las pendejadas que hacemos en pos de la identidad. Yo
si lo digo porque sí lo hice.
Bueno,
todos los aquí presentes fuimos jóvenes con ímpetu de tontos...
Thubini:
ja ja ja, el puro fanatismo, yo sí tenía mis playeras de puro metal
y así. Afortunadamente con el tiempo el paradigma se volvió una
certeza, obvio me di cuenta que el black es simplemente una expresión
musical y actual que busca, como todas las expresiones artísticas,
llevar un mensaje, el que sea. En mí caso nunca me sentí
identificado con la ideología del black, nunca me gustó el
satanismo..., lo que sí me gustaba era lo que veníamos comentando
de las atmósferas y la rítmica del género que provocó en mí las
mejores imágenes. Yo siempre que escucho black metal se me figuran
paisajes..., paisajes. Cada vez que viajo siempre escucho black y sus
sub-generos, así como otro tipo de música que tengan esta
connotación melancólica y nostálgica porque, de alguna manera, yo
soy así.
El
black me amplió mucho el panorama musical, me enajenó mucho tiempo
pero afortunadamente me ha permitido escuchar otras vibraciones
sonoras, es un vehículo que llega a la banda de hoy, a los chavos de
hoy y permite hacer el mensaje que quiero ofrecer que es: Hay
elementos musicales contemporáneos para poder expresarnos, pero
sobretodo los hay para poderlos fusionar con lo que se le llama “la
base tradicional” o con una raíz cultural, y en este caso los
ritmos originarios de este territorio que mal llamamos México. Claro
que lo contemporáneo y la tradición se pueden fusionar, las lenguas
originarias se pueden cantar. Las lenguas originarias no son
obsoletas.
La música es un instrumento infalible para mandar un mensaje y
también, porqué no, sembrar la semilla de un cambio. En el caso de
los pueblos originarios hay que contribuir a la reivindicación de
estas lenguas, culturas, pueblos, de estas realidades que están acá
afuera, están en todas partes; de igual manera el black metal, como
una expresión musical que se originó en los años ochentas pero que
es muy actual y muy popular, decidimos tomar el metal como ese
anclaje, esa muletilla para jalar a la banda, primero, y después
decir: “miren, vean esto [los pueblos originarios], no se cierren,
hay otras realidades, este es nuestro mensaje... etc., etc.”
¿Cuál
ha sido el paso del Xipe Totec Kalpul, ahora Xipe Vitan Jä'i en el
metal?
-Thubini: Como
proyecto, sin ser pretencioso, sí hemos generado un parte aguas por
lo menos en la escena..., no del metal en México pero sí de esta
corriente como nacionalista, prehispánica –aunque, obviamente
nosotros ya barrimos con la idea de lo prehispánico. Nosotros no
hacemos música prehispánica--. Para nosotros es claro el camino. La
paradoja personal y en el grupo desapareció hace tiempo. El black
metal, como género musical dentro de este proyecto músico-cultural
que ahora denominamos Xipe Vitan Jä'i sigue siendo un pilar pero ya
no es el núcleo. Es ya un pilar en conjunto con otros que están
reforzando nuestro proyecto, nuestra contribución social.
¿Cómo ha
sido la recepción por parte de los escuchas?
-Dante: Al inicio de la
banda, cuando empezamos a difundir el EP Xoxopantla, es cuando
la gente empieza a conocer el concepto y encasillan, de entrada, a la
banda en esta clasificación del metal prehispánico y al menos lo
que hemos notado es que allí hay una postura fuerte respecto al
nacionalismo, volviendo al tema de los extremismos ideológicos –mal
argumentados además--, entonces se empieza a dar una línea de
opinión respecto a nosotros. Sin embargo, nosotros no hemos tenido
tanto problema, por el contrario, mientras más gente va
conociendo el concepto más van cambiando los argumentos negativos.
Nosotros hemos sido claros: Nosotros no tenemos una postura
nacionalista. Para empezar, nosotros estamos poniendo en duda el
concepto de Estado-nación. El Estado-nación es la negativa de los
pueblos autóctonos del país, los niega de entrada porque el
Estado-nación delimita territorios, impone la lengua hegemónica y
una visión única del mundo cuando en este país existen diversas
maneras de interpretación del mundo y muchas lenguas, alrededor de
68 lenguas vivas, y sin embargo, cargamos con la oficial que es el
castellano, lo cual es contradictorio. Nosotros, entonces, no tenemos
esta cuestión de reivindicar un asunto nacionalista, como hemos
visto en otras bandas que inclusive mezclan los elementos simbólicos
del nazismo con símbolos mesoamericanos. Una mescolanza terrible de
cosmovisiones sin argumentar y sin saber cuál es la raíz, todo sin
investigar, sin tener un contacto real con las comunidades, que es lo
que nosotros defendemos: no solamente es tomar su lengua o la
cosmovisión de los pueblos para nuestra música, sino realmente
entrar en contacto con ellos porque es una obligación en nuestra
investigación para difundir las problemáticas reales de los
pueblos. Nosotros somos parte de esta realidad y tenemos que estar en
contacto con la gente para que, a través de nosotros, se difundan
las circunstancias de resistencia en las que están viviendo,
actualmente, los pueblos autóctonos de este país respecto al modo
de producción capitalista.
¿Cuál es su valoración de
la escena del metal mexicano y de las agrupaciones de corte
nacionalsocialista ?
Dante y César |
Nestor: Cada uno tiene
opiniones distintas, sin embargo, lo reconozco, hay bandas que tocan
muy chingón, tienen calidad y algunas no tienen nada que pedirle a
bandas extranjeras. Hemos tocado con Genocide, con Black Palace, Lead
Soldier, hemos tocado con bandas muy underground. Pero mira, te voy a
decir la neta: Hemos tocado con bandas desconocidas y conocidas, como
los famosos Next, y a mí Next se me hizo una jalada, una chingadera.
En cambio hay otras bandas desconocidas y despreciadas que tienen
mucha calidad. No te puedo citar todas. Como todos saben también hay
entre las bandas un chingo de desunión, no se apoyan entre ellas
mismas, pocas son las bandas que te dicen: “Hey, tocaron chido,
deberíamos platicar un rato”... no sé. Es un ámbito muy
soberbio, lo que en este país causa daño.
Thubini: Y bueno
también hay grandes pendejadas y me refiero a estas organizaciones
de black metal que apelan a un nacionalsocialismo con toda el disfraz
hitleriano. Pero bueno, ahí va el argumento aunque primero sea
necesario consignar que es una mamada. Primero, el contacto: muchas
de estas bandas se acercaron con nosotros desde Facebook. Ahí
platiqué como con cuatro o cinco cabrones que en un principio nos
elogiaron: “Tocan pocamadre”, “tienen poder, sus ideas, su
música...”, primero el halago, ¿no? Nos escribieron de Yucatán,
donde está muy fuerte esa pendejada del nacionalsocialismo, del
Estado de México, de Puebla donde hay todo un semillero de neo
nazis. Pero la crema tenía una intención que era: “Les queremos
compartir y proponer nuestra organización que está tratando de
recuperar el nacionalismo... que pinches gachupines... pinche iglesia
hay que acabar con todos ellos” y así. O sea, que no mamen, si por
ellos fuera todos no tendríamos que ir a España
Vayamos haciendo las
maletas...
Thubini: A ver, los gachupines y tu odio no es un argumento. Sutil,
con respeto, a los cinco los mandé a la chingada. Les dije: Xipe no
es esto, Xipe no busca la enajenación, Xipe no busca más
radicalismo ni fanatismo religioso; Xipe busca un estilo con el cual
contribuir a cambiar la situación jodida en la que estamos los
chavos. Ideológicamente estamos de la verga, a nivel general.
Segundo: cuando hubo negativa de nuestra parte, varias bandas
empezaron un complot en nuestra contra. Hay vídeos..., una
bandilla, tan insignificantes que ni siquiera recuerdo el nombre,
hizo un vídeo que se llama algo así como “Contra la escoria”,
no habla de nosotros la rola pero si aparecen imágenes en el vídeo
contra nosotros, otra banda de Oaxaca llamada Son iok, los Exousia,
Aztra, de Colombia, que ya son famosos y de mejor técnica musical que
nosotros. Y bueno, viendo ese vídeo dije: ¡Puta!, qué buena
publicidad nos están dando estos cabrones...
Nestor: estás
organizaciones son el reflejo de lo visceral: “Ahhh mexicas, ahora
vamos a sacrificar a todos los gachupines y que nos devuelvan todo lo
que nos robaron...” (rostros de absurdo) o sea, que no
mamen.
Thubini: Esa banda se
cree “rescatadora de la nacionalidad” cuando no existe tal
nación, no existen los purismos, menos en nuestros tiempo
globalizados. La globalización siempre ha estado y estaba ya
presente en los pueblos precolombinos. Ahora, como dice Nestor, estas
organizaciones son un reflejo, una imitación, y como esta gente no
tiene ni un concepto de sí mismos imitan cualquier cosa.
¿No se trata,
acaso, de una estética de segunda guerra mundial (vídeos, imágenes
de holocausto y destrucción, armas, etc.) y nazi que ha provocado un
“impresionismo” que busca expresar la violencia total? Es decir,
¿no se trata sólo de una estética que busca espantar e infundir
respeto sin socavar las consecuencias ideológicas ?
Thubini: Somos seres
visuales y somos diurnos. Todo el tiempo somos bombardeados por la
imagen. El mundo se maneja por el discurso gráfico, visual.
Partiendo de este contexto es válida tu observación porque es una
estética agresiva, sumamente agresiva, violenta y radical, y aparte,
si le metes el pedo social e histórico, si metes el pedo de nuestras
derrotas como país, pues ahuevo que tienes un público impresionado.
Nestor: Hay casos como
Nocturnal Mortum que técnicamente son muy buenos, y que los escuchas
quizá haciendo de lado la temática y tomando lo que musicalmente
sirve. En contraposición, a las propuestas de la ONSP, les dices:
¡No mames!
Thubini: Sí, pero el
asunto tiene que ser crítico. Hay banda que dice: mientras toquen
chido lo demás me vale verga, no me importa de qué hablen. No,
tenemos que pasar ese umbral. Si fueran críticos, esas bandas
reconocerían que ideológicamente están jodidos y que no tocan
bien. El siguiente paso en la evolución social de la música, de
cualquier género, es reflexionar que no se puede desprender técnica
de discurso. Es una cuestión de coherencia, de reconocimiento
social.
¿Entonces técnica
y discurso, en su música, son una exigencia y un objetivo de la
banda?
Thubini: De mí parte
sí, y pienso que el proyecto se ha hecho serio porque sí tiene un
compromiso social ya, ahora. Antes no. De hace dos años a la fecha
creo que entendimos y fuimos sensibles a la lectura de que este
proyecto sí da para más. La misma gente que nos ha ido a escuchar,
nuestras propias experiencias nos han confirmado que sí, que el
proyecto genera una contribución social y musical. De la raíz, que
era el inicio de la banda, se ha expandido a otras actividades.
Nosotros afirmamos que Xipe ya no es una banda de metal. Xipe es un
proyecto músico-cultural de trabajo serio, nos esmeramos por hacer
la mejor música que podemos y las letras tratamos que sean más
exigentes. Xipe ya no sólo hace música, también organizamos
eventos culturales, nos dedicamos a la docencia, a la investigación
y queremos enfocarnos en mayor grado al trabajo comunitario.
Regresando al
proyecto Xipe Vitan Jä'i. ¿cuáles son las lenguas en las que
cantan?
Thubini: la mayor parte
es nahuatl, en actual disco metimos hñäñu, que es el que llaman
otomí en el valle del mezquital, Hidalgo; el triqui de la mixteca
alta, el quechua colonial del siglo XVI.
Para terminar, cada
uno de ustedes mencione dos bandas de metal o la música que están
escuchando actualmente.
Nestor: Yo ahorita
estoy escuchando a Alcest, Nocturnal Mortum, que siempre me han
gustado. Y la banda que ha influenciado a Xipe desde sus inicios, es
una banda del país vasco con un concepto pagano que se llama Numen.
Cantan en Euzkera.
Thubini: Yo ahorita
traigo muy clavado, en los audífonos, a Sólstafir y Huaral,
igualmente Dark Santuary, Lustre y Autumn's Kingdom.
Dante: Referente al
black me laten las bandas pioneras: Immortal, que me marca mucho por
la actitud satírica del black metal de Abbath. Es una mamada, pero
una mamada chida. Numen, con quienes hemos tenido contacto, de hecho
hicimos un cover de ellos que les mandamos y que les gustó bastante.
César:Lustre,
igualmente por la atmósfera. Fuera del black y del metal estoy muy
clavado en el son jarocho y huasteco.
Entrevistó: Israel Rojas, Fotografías y vídeo de Gabriela Castelán.